También en todas partes la gente lleva años tragando quina, sapos y culebras, pasando por situaciones que han tenido que soportar, que aguantar. Mientras ha habido hipercrédito fácil alimentado con dinero hiperbarato, bueno, pues vale: ‘¡Vaya putada que me han hecho, pero me voy a comprar ese bolso de Bulgari y el fin de semana me voy a Venecia, y a la mierda con todo!, y eso se acabó. Resumen: están desapareciendo todas las válvulas de escape.
Resumen del resumen. A una caída de la renta y de la capacidad de endeudamiento se añade una acumulación de mala ostia alimentada por diversas fuentes; si a eso juntamos que cada vez es más fácil conectar con mentes afines y que la gente se está dando cuenta de que si gritan diez a la vez hacen más ruido que si gritan cada uno por su cuenta, lo que tenemos es un -o muchos- disturbio social. Imagínense los que van a producirse.
En cualquier caso, el pasado Jueves empezaron a pasar cosas, en Washington, en el Congreso, con el Secretario del Tesoro como portavoz. ¿Qué empezó a pasar?, pues que comenzó a ponerse en marcha el cambio sistémico que en toda crisis sistémica se produce, ¿en qué consiste este cambio?.
En estos años pasados el mensaje ha sido nítido: ‘haz lo que creas que es mejor para ti’, eso empezó a cambiar el Jueves 26 (¡ojo!: empezó: es un proceso que va a durar más de diez años y va a tener muchas caras, como un diamante tallado). El mensaje que saldrá del cambio sistémico que va a producirse es radicalmente diferente: ‘tienes que hacer lo que sea mejor para el sistema, sólo entonces será mejor para ti’.
Bien, supongo que ya han sido tomadas dos decisiones inmutables: 1) no se van a formar colas a las puertas de las entidades financieras: lo que pasó en la Gran Depresión y lo que empezó a suceder con Northern Rock no va ahora a pasar, 2) una cantidad de dinero mínima, de supervivencia, va a ser entregada a toda persona que la necesite.
El modelo de protección social se va reducir, y se reducirá al margen de disquisiciones filosóficas neoliberales: por falta de pasta. En la sanidad habrá falta de recursos, ajustes presupuestarios, reducciones de servicios que ahora son prestados, disminución de personal, puede que implantación del copago. En lo tocante a las pensiones, se pinte como se pinte, se distribuyan como se distribuyan, y se calculen como se calculen, su monto total caerá, es decir, la cantidad total destinada a pensiones bajará. Por lo que respecta a las prestaciones por desempleo, pura y simplemente, disminuirán. En el saco ‘subvenciones varias’ habrá una disminución épica. Y en Educación ajustes significativos ¿copago, también?.
En esa identidad (no es una ecuación) ‘menos pasta – menores gastos’, pienso que al trinomio ‘prestación por desempleo – pensiones – salario mínimo’ se le acabará dando un tratamiento homogéneo: fijar un cantidad mínima e idéntica para todas/os las/los beneficiarias/os, una especie de subsidio de subsistencia que puede adoptar mil y un nombres y mil y un colores. ¿Y a quiénes les correspondiera más teniendo en cuenta lo que han cotizado?, pues tendrán que aguantarse: será una de las consecuencias de la crisis sistémica que nos está llegando, del cambio sistémico a que dará lugar.
Será consecuencia directa de la falta de ingresos públicos, y en la operativa del subsidio influirán elementos difíciles hoy de calibrar. La esperanza de vida, pienso, no va a aumentar, sino todo lo contrario: va a disminuir: a medida que el gasto en sanidad vaya reduciéndose y a medida que la alimentación de la población vaya empeorando como causa de la caída de la renta media las personas, de media, vivirán un menor número de años, por lo que esas previsiones sobre el envejecimiento de la población no se cumplirán, lo que demostrará como no cierta la necesidad de aumentar la población
Además, las revalorizaciones de tales subsidios, continúo pensando, serán calculadas en función del avance en la productividad, no de ningún deflactor, entre otras razones porque la inflación y la deflación van a dejar de ser un problema: van a dejar de existir (otro día también hablaremos de esto). El ahorro de quienes puedan ahorrar (una muy reducida porción de la población: los insiders) será fundamental per se, un ahorro, sigo pensando, no tanto vinculado a unos mercados de valores cada vez menos especulativos, como relacionado con el rendimiento de las corporaciones a las que esas personas se hallen profesionalmente vinculadas. Muy diferente a como todas estas cosas funcionan en la actualidad, ¿verdad?.
Bien, pues, lo que pienso es que todo esto es lo que hay detrás de esa aparente tensión entre el Banco de España y el Ministerio de Trabajo con el Presidente del Gobierno del reino haciendo de árbitro: se está dibujando el camino futuro y acostumbrando a la población a unos cambios que, inevitablemente, van a producirse. No hay más.
(Mientras, las promesas y esperanzas: el Q3: dicen que empezará a fabricarse en el 2011: ¡pero si ese año será el peor de toda la crisis!; paz regional: pasta para Cataluña: ¡pero si no habrá!. Da lo mismo: lo importante es pensar que sí: que sí Q3, que sí pasta para Cataluña. ¿En qué me baso?, por ejemplo, y por no citarme a mi mismo, en las últimas previsiones del FMI).
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
SNB tiene un blog en internet y un hilo oficial en la burbuja,info ,viene haciendo pre.dicciones desde el 2005 y la verdad que en algunas cosas ha acertado casi milimetricamente con lo que está sucediendo en la actualidad ,quizás por ello tiene
bastantes seguidores .Hace poco ha sacado un libro con sus predicciones futuras que yo espero nunca se cumplan porque son bastante aterradoras
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