lunes, 30 de enero de 2012

sábado, 28 de enero de 2012

JUEVES 5 DE ENERO DE 2012

Indecentes - Arturo Pérez Reverte


INDECENTES

Me gustaría transmitirle al Gobierno pasado, al actual, y al que puede venir lo siguiente:

TENGAN LA VERGÜENZA de hacer un plan para que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que Vds. les han dado para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos; en vez de facilitar el crédito a las familias y a las empresas, erradicarlas comisiones por los servicios bancarios y que dejen de cobrar a los españoles más humildes €30.01, cada vez que su menguada cuenta se queda sin saldo.

Cosa que ocurre cada 1º de mes cuando les cargan las facturas de colegios, comunidades, telefonía, Etc. y aun no les han abonado la nómina.

PONGAN COTO a los desmanes de las empresas de telefonía y de ADSL que ofrecen los servicios más caros de Europa y de peor calidad.

ELIMINEN la duplicidad de muchas Administraciones Públicas, suprimiendo organismos innecesarios, reasignado a los funcionarios de carrera y acabando con los cargos, asesores de confianza y otros puestos nombrados a dedo que, pese a ser innecesarios en su mayor parte, son los que cobran los sueldazos en las Administraciones Públicas y su teórica función puede ser desempeñada de forma más cualificada por muchos funcionarios públicos titulados y que lamentablemente están infrautilizados.

HAGAN que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero equivalente a los perjuicios que han causado al erario público con su mala gestión o/y sus fechorías, y endurezcan el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para ellos.

INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar.

INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.

INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).

INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35/40 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.

INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados)

INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos y sindicatos pesebreros, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.

INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (ni cultural ni intelectual).

INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.

INDECENTE, No es que no se congelen el sueldo sus señorías, sino que NO se lo bajen.

INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.

INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.

Y que sea cuál sea el color del gobierno, toooooooodos los políticos se benefician de este moderno “derecho de pernada” mientras no se cambien las leyes que lo regula.

¿Y quiénes las cambiarán? ¿Ellos mismos? Já.

Juntemos firmas para que haya un proyecto de ley con “cara y ojos” para acabar con estos privilegios, y con otros.

¡¡¡ Haz que esto llegue al Congreso a través de tus amigos !!!

ÉSTA SÍ DEBERÍA SER UNA DE ESAS CADENAS QUE NO SE DEBE ROMPER, PORQUE SÓLO NOSOTROS PODEMOS PONERLE REMEDIO A ESTO, Y ÉSTA, SI QUE TRAERÁ AÑOS DE MALA SUERTE SI NO PONEMOS REMEDIO, está en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Autor: Arturo Pérez Reverte

martes, 24 de enero de 2012

Este es un diálogo atribuido a Jean-Baptiste Colbert, ministro de la corte del rey Luis XIV de Francia, el llamado "Rey Sol" y al cardenal Mazarino. La reproducen distintas webs no demasiado relevantes (esta es la que más de las que he encontrado) así que no tengo modo de verificar su autenticidad. Pero es tan revelador que no puedo resistirme a difundirlo, con independencia de que la conversación realmente tuviera o no lugar.

Durante el reinado de Luís XIV de Francia:

-Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que, engañar [al contribuyente] ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara como es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello...

-Mazarino: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. Pero el Estado... ¡¡ cuando se habla del Estado, eso ya es distinto!!! No se puede mandar el Estado a prisión. Por tanto, el Estado puede continuar endeudándose. Todos los Estados lo hacen!

-Colbert: ¿Ah sí? ¿Usted piensa eso ? Con todo, precisamos de dinero. ¿Y como hemos del obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?

-Mazarino: Se crean otros.

-Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.

-Mazarino: Es cierto, eso ya no es posible.

-Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?

-Mazarino: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, si.

-Colbert: Entonces cómo hemos de hacer?

-Mazarino: ¡Colbert! ¡¡Tú piensas como un queso de gruyere o como el orinal de un enfermo!! ¡¡Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres!! Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos..., cada vez más..., siempre más! ¡¡Esos, cuanto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos!! ¡¡Son una reserva inagotable!!