lunes, 7 de febrero de 2011

Cuentan que el mayor motín que se produjo en las cárceles franquistas, fue debido a que un Jefe de Servicios, en la antigua prisión de Carabanchel, ordenó matar al pajarito, que como única evasión, cuidaba un interno, ya mayor y retrasado mental, que nunca se metía con nadie. Había quedado tocado, quizá por las palizas que recibió allí, y vivía pendiente ya solo de cuidar a aquel animal.

Sin duda, fue ese acto de crueldad gratuita, la gota de injusticia que colmó el aguante de aquellos internos.

Lo que ha ocurrido en Túnez me ha recordado a ese episodio.

Aquel interno se rebeló cómo pudo contra la última merma de su dignidad que le pretendían arrebatar. De la misma forma, ese joven tunecino, que después de haber estudiado una carrera universitaria, sin duda con gran esfuerzo y mérito por su parte, se vio condenado por el Sistema a malvivir vendiendo fruta en las calles. Y una vez que esa miserable senda que le dejaban, se vio cortada de manera brusca, su carrito tirado por la policía, su dignidad pisoteada, su único medio de vida, el que le habían dejado, por los suelos. Optó por matarse y lo hizo como modo de protesta prendiéndose fuego, porque estaba harto y no encontraba ningún motivo por el que vivir.

Su ira, su impotencia, su indignación, debieron ser máximas, así como su desesperación para optar por ese camino tan dramático. Que no fue en balde, porque puso a muchos ante el espejo de la situación en la que les habían condenado a vivir. Mientras una casta, corrupta completamente, se enriquecía de manera insultante gracias al poder; miles de jóvenes en Túnez, en todo el Magreb, malviven sin encontrar una oportunidad de desarrollarse como seres humanos, con un empleo digno, una vivienda, una vida.

Pero no hay que irse a la otra orilla de nuestro mar, para comprobar esto.

El paro entre los jóvenes en España, casi alcanza el 50%, de la mitad que están empleados, se puede decir que es en condiciones de precariedad extrema, con salarios miserables y sin ninguna garantía de permanencia en ese puesto de trabajo. A eso se les ha condenado, a una generación entera. A no poder desarrollarse como personas adultas ni emanciparse. Pero no solo ya eso, es que desde los medios se les culpabiliza y sataniza con epítetos que se nos repiten hasta la nausea como ninis, dando a entender que son vagos consentidos e indolentes, que se niegan a estudiar y a trabajar. Pero cuántos han intentado ese arduo camino del estudio para nada, cuántos han entrado como han podido en el mercado laboral para salir hastiados, humillados muchas veces por salarios indignos y condiciones neoesclavistas de colocación.

¿Qué se está haciendo con los jóvenes en España? Llevarlos a una situación de desesperación tal que un día, por una chispa como la de Túnez, estallen. Porque nadie aguanta eternamente todo, nadie aguanta saber que le han robado su vida, su bienestar, el que disfrutaron las generaciones que le precedieron y que él ya no disfrutará, porque se lo han robado, porque unos señores con traje han decidido enriquecerse un poquito más o un muchito más a costa de hipotecar su futuro. Y culpar de ello a la Crisis Financiera Internacional, que en muchas partes del planeta ya ha remitido, pero aquí en España continua y continuará, porque fuimos tan necios, o fueron tan necios, que en lugar de invertir en cosas productivas, lo hicieron en una estafa masiva, cegados por su codicia, especulando con un bien básico, supuestamente protegido por la Constitución, con el que impunemente han traficado, para negar el acceso a ese bien a los jóvenes, para hacer que se esclavicen financieramente el resto de sus vidas por ello, por un derecho básico, que no vale lo que les han cobrado. Y por esa mezquindad, estamos pagando todos.

Porque tanto especularon, fruto de su inmunda codicia, carente de escrúpulos, que la Burbuja que crearon, les estalló en la cara, y ahora se encuentran con miles de hipotecas impagables e inmuebles que no valen ni la mitad de lo que pidieron por ellos, y el Gobierno se dedica a ayudar a la Banca.

Y yo me pregunto ¿Qué clase de Democracia es ésta?

Tras la muerte del Dictador, se nos dijo que “el pueblo español en un ejemplar ejercicio de civismo colectivo desarrolló la transición que hizo posible la Democracia en España”. Pero yo no veo Democracia, yo veo un dictador que murió en su cama y le sustituyó una camarilla de ladrones, porque no tienen otro nombre. Para mí quien gobierna en España es la Corrupción. En España lo que hay es una Cleptocracia.

Empezando por una complicidad entre la Banca y los Gobiernos. Una complicidad entre los Ayuntamientos y las promotoras, promotoras que sobornaban a Alcaldes para que concediesen licencias de construcción, y que dicho soborno luego repercutía en el comprador, como el hecho de que esas licencias se concedieran con cuentagotas, provocando el alza de precios.

Y cuando ya el único negocio que parecía haber en España era apilar ladrillos, porque como contábamos en este foro había una Burbuja Inmobiliaria, que desde medios oficiales y gubernamentales se negó siempre, sin que se haya pedido responsabilidades por ese ocultamiento a nadie. Porque la gente en este país parecía incapaz de invertir en otra cosa que no fuera el ladrillo. Cuando todo eso estalló, le toca pagarlo a los jóvenes, a los parados, a los pobres. Porque los bancos han sido rescatados por este gobierno, con miles de millones que debían destinar a la gente más desfavorecida, y destinan de nuestro dinero, a una casta privilegiada cómplice de la casta política que han financiado irregularmente para luego beneficiarse de medidas así.

España apesta, pero apesta sobre todo, porque ese sistema corrupto y falaz es apoyado mayoritariamente por el pueblo español, que se ha dividido entre dos siglas, que parecen opuestas, pero forman parte de la misma farsa para mantener un sistema social injusto y decadente, el mismo que mantuvieron liberales y conservadores durante la primera restauración borbónica, han copiado lo mismo de hace 150 años, no se han esforzado demasiado… Una farsa de partidos que se van sucediendo en el poder, apoyados por los caciques corruptos locales, los barones socialistas y los barones populares.

Y para apoyar institucionalmente, legalmente, políticamente, un sistema social que pervive una injusticia histórica en España, como que una minoría de familias, prácticamente las mismas que hace 300 años, controlen este país, sus medios de producción, su economía, sus tierras, sus cargos de interés, apoyados por esa casta que les sirve a cambio de un efímero poder político que les haga enriquecerse, España continua siendo hoy, en Enero del 2011 un Cortijo, como lo fue en Enero de 1711 o de 1811 o de 1911, un cortijo, dominado por unas cuantas familias, que tienen las grandes fincas en este país, que tienen las grandes empresas en este país, que han permitido que entre en su círculo de rapiña y acaparamiento algún arribista, pero a la gran mayoría de ellos los han neutralizado, utilizando sin pudor los mecanismos represores del estado, para defender sus intereses de clase, porque estamos hablando de eso.

Estamos hablando de que Karl Marx tenía razón y lo que hay España es una dominación de una clase social privilegiada y muy minoritaria sobre la inmensa mayoría de la población, y dicha dominación pervive en el tiempo, porque los privilegios de casta se van heredando, como los cargos en los Consejos de Administración, mientras el resto de población no tiene ninguna oportunidad de ascender social y económicamente, porque se les pone cien mil impedimentos.

No es que en España carezcamos de espíritu emprendedor por naturaleza, es que ese espíritu ya nos lo cercenaron durante la Dictadura, cuando los grandes negocios de este país, los hacía gente cercana al Poder, estaban reservados para ellos. Y nuestro error fue pensar que con la muerte del dictador eso acabaría, pero no fue así, los grandes negocios en España, en un país supuestamente abierto y democrático, son coto privado para las grandes familias, que utilizan este solar patrio como patio de trapisonda suyo.

Y ante eso a los jóvenes, no a los cachorros de la élite, sino a los jóvenes del pueblo, solo les queda pasar por el aro, prepararse mucho para tener unos empleos precarios, mientras otros disfrutan con la complicidad y el servicio del Gobierno, de una vida placentera, llena de dispendios.

Eso es lo que hay, y mientras no nos rebelemos contra ello, irá a peor. La explotación de una élite hacia el resto de la población será aún más escandalosa, hasta que llegue un punto en que esa población estalle, y la élite tenga que esconderse debajo de las piedras para evitar la ira y la indignación popular, cosa que tratan de evitar enfrentándonos los unos a los otros, con el divide y vencerás.

Porque ellos tienen el control de los medios de comunicación, salvo de éste, que ya harán algo para prohibir y censurar. Ellos son los que machacan con una propaganda continua con sus medios. Ellos son los que tienen el poder económico y social, y nosotros tan solo unas voces que claman el desierto.

Pero os diré algo que he descubierto sobre ellos, su mayor aliado, es nuestro desánimo.

Desde el momento en que pensamos que nada se puede hacer, tiramos la toalla, y con la cabeza baja continuamos arrastrando el arado, han ganado.

Desde el momento en que no somos capaces, víctimas de nuestra impotencia e insolidaridad de unirnos unos a otros, empezando por tomar conciencia de la situación como fase previa a organizarnos para combatirla, han ganado.

Desde el momento en que no somos capaces de sacrificarnos por nuestros derechos más básicos, enfrentándonos al poder económico, que está detrás de la farsa política y social, han ganado.

En Túnez parecía que lo tenían todo controlado, hasta que la ira popular les ha hecho abandonar el país como ladrones que escapan de una casa asaltada.

Yo os digo que España no es un Estado Social y Democrático de Derecho, como dice nuestra Constitución, es un Estado Feudal, que se ha puesto ese maquillaje de modernidad, para disimular la realidad económica y social de este país, que es dominado por unas cuantas familias ante la complicidad y servidumbre de los poderes públicos y de mafias parasitarias como los sindicatos amarillistas verticales del sistema, formados por indeseables que a costa de una posición de privilegio y de ciertas prebendas, como ser liberados, han traicionado al obrero y su lucha, prostituyéndolos por sus inmundos y abyectos intereses personales.

No se puede confiar en los sindicatos, vendidos totalmente, no se puede confiar en los Medios de Desinformación de Masas al servicio del Poder Económico y Social de España. A los jóvenes me gustaría que me dijeran qué han hecho los sindicatos oficialistas por ellos, más que permitir su progresiva precarización laboral, ha sido criminal todo esto.

No se puede confiar en la casta política, absolutamente y lo digo aquí absolutamente corrupta formada por gente que en muchos casos no ha trabajado en su vida “fuera de la política”, absolutamente desconectada de la realidad de este país, y solo pendiente de servidumbres de partido para el aparato con el fin de escalar en él y acceder a puestos de relevancia, donde disfrutar de salarios que de otra forma no tendrían, y jubilaciones garantizadas, siempre y cuando dejen su dignidad y sus principios a cambio.

Esto que estoy escribiendo ahora de la España Oficial contra la España Real me ha recordado a tanto alegato noventayochista, que se quedó en nada, porque este país sigue sufriendo las mismas lacras, no ha aprendido nada, este país ni olvida nada ni aprende nada.

Es más, cada vez estoy más convencido de que el sistema social corrupto español, un sistema en que unos pocos se benefician aprovechándose de otros, no es algo casual en nuestra historia ni en la de los países de nuestro entorno. Hay algo en nuestra cultura como pueblo que promueve eso.

A mi juicio es una falta de conciencia social y de ética, que lleva a la gente a intentar saltarse las normas. Yo lo veo en el enchufismo, el tratar de salir beneficiado del sistema por los contactos que tiene uno, en lugar de asumir lo que venga. Lo veo por la afición al fraude, ya sea fiscal, o simplemente de tarjetas en las videoconsolas o en la televisión digital de pago, o fraude en prestaciones sociales.

Hay en España un cáncer de miseria moral que es la causa de comportamientos sociales y políticos que describen nuestra miseria histórica.

Y me atrevo a decir que ese cáncer es común en el resto de países latinos y mediterráneos.

Para mí no es mas que un desarrollo ético insuficiente del individuo, en una sociedad que se jacta de ser democrática y avanzada, pero que continua con una mentalidad de supervivencia en contra de la Ley, de la Norma, de la Decencia, que incluso se rebasa aunque no sea para subsistir, sino como costumbre, aceptada socialmente o solapada, pero generalizada.

El corrupto cada vez lo es más. No tiene que sufrir la ira popular ni la indignación pública, se le sigue votando. A mí lo que me ha abierto los ojos es el caso del Presidente de la Diputación de Castellón, que es parte de la élite, puesto que antecesores familiares suyos ya ocuparon ese cargo, que prácticamente como un cacique clásico decimonónico de provincias, ha ocupado y ostenta actualmente, se sabe que está involucrado en numerosos casos de corrupción, que se ha enriquecido ilícitamente, mientras nadie le cesa, continua en su cargo y es votado masivamente.

Ante eso qué haces. Ante una sociedad enferma que consiente eso, que lo tolera e incluso lo aplaude. Solo te queda la opción de emigrar hacia un país civilizado si tienes un mínimo de conciencia como ser humano, hastiado ya de tanta corrupción, de tanta deshonestidad en tantas partes, hasta en tus relaciones personales, de tanta podredumbre.

Pero no quiero cargar solo contra el Partido Popular, para mí es tan indignante el hecho de que un Presidente del Congreso nada menos, estuviera envuelto en un escándalo de recalificaciones del que salió tanto él como su esposa muy beneficiados económicamente por una finca a la que una empresa aportó gran cantidad de dinero, aquella hípica que resultó un negocio redondo, gracias al apoyo como digo de benefactores, que a su vez se beneficiaron de decisiones de ese individuo cuando gobernaba una comunidad autónoma. En un país medio decente ese señor hubiera tenido que dimitir o hubiera cesado de inmediato, en España no.

España es el país de los pícaros, que cuando llegan a la política hacen muchísimo daño. Pero tanta picaresca, tanta ruindad y estafa social, traerán consigo una revolución violenta, porque muchos se cansarán de que les exploten unos sinvergüenzas, de que les puedan contar cuentos de la crisis, pero vean que unos canallas mientras hablan de democracia, se llenan los bolsillos a su costa, día tras día, año tras año, les estafan.

Les estafan los políticos, que no defienden sus intereses, les estafan los sindicatos, los medios mentirosos y falaces que tan solo hacen propaganda a favor del sistema.


Y no quiero que penséis que yo soy un Comunista, no lo soy, de hecho tengo ideas liberales, pero en España no es posible el Liberalismo, porque no hay libertad, es un mercado cautivo, es un país cautivo de unos sinvergüenzas, que utilizan la Ley y su Imperio en su beneficio, donde una persona o un grupo de personas que quieran emprender algo, encuentran toda clase de limitaciones, burocracias, problemas, etc… Mientras los amiguetes tienen la alfombra roja para hacer lo que quieran, eso es la Justicia en España.


España es un país subdesarrollado, para mi es como Ghana, no es un país en el que se pueda ser liberal. Liberal se puede ser en Francia o en Alemania, en Holanda, en EEUU; en países desarrollados, en España no, porque es un estado feudal, y mientras eso no cambie, que haría falta cambiar la mentalidad de los españoles, se ponga el sistema que se ponga, siempre va a ser el mismo, una minoría de parásitos privilegiados, pretendiendo vivir a costa de los demás. Ante eso solo nos queda emigrar a un país civilizado, España no lo es.

Aprender un idioma, francés, inglés, alemán, vivir como personas decentes, como seres humanos íntegros, en un sistema social que no es perfecto, pero no tolera esas injusticias y mangoneos inmundos, que claman al cielo, y criar ahí a nuestros hijos. Que este país se quede para los pícaros y los suyos, se pudra en su propia estafa, se revuelque en su lodo.

Porque los europeos nos terminarán conociendo y se cansarán de nosotros. Nos dieron una oportunidad, la hemos despilfarrado. Miles de millones de euros, supuestamente pagados por alemanes, franceses, holandeses, para formar a los españoles y que encontraran un empleo, despilfarrados porque fueron a parar a un fraude con lo de los cursos de formación de los sindicatos, un fraude y no veo que nadie esté en la cárcel por ello.
Última edición por aldono; 31-ene-2011 a las 23:20

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