domingo, 31 de enero de 2010

EL MAYOR FESTIN BURSATIL DE LA HISTORIA


pisitófilos creditófagos dijo:
En materia de pensiones, hay tres combinaciones:

1) cotizaciones coactivas + gestión pública (esto es lo que hay);

2) cotizaciones coactivas + gestión privada (esto es lo que no hay); y

3) cotizaciones libres + gestión privada (esto los hay desde hace muchos años, como todo el mundo sabe, con una generosísima desgravación en IRPF).

¿Qué significa "capitalización" y qué significa "reparto"?.

Los lobos enfrentan a las tiernas criaturillas al siguiente falso dilema:

"¿quieres que tus cotizaciones coactivas se integren con los demás ingresos tributarios en los Presupuestos del Estado -y, al final, cobrar las pensiones que se presupuesten entonces de acuerdo con la recaudación que haya-, o quieres que tus cotizaciones coactivas constituyan un fondo, o sea, un patrimonio separado, gestionado por chicos del sistema financiero, los cuales, comprarán acciones y bonos normales de la economía, de modo que tú seas copropietario del capitalismo y, al final, llevarte tu cuota de capitalista?".

A la primera opción (seguir como estamos), lo llaman despectivamente "reparto", que tiene connotaciones cutre-comunistas. Para denominar a la segunda opción recurren a la palabra sagrada "capital", evocando la fórmula-dios (1 + i) ^ n. Además, no les duelen prendas a la hora de calificar de "pirámide" al sistema actual (tributo + gasto presuestario), cuando, en realidad, lo que sí puede ser una pirámide es el pomposamente llamado "Sistema de capitalización" en el caso de que las maravillosas inversiones no tengan rendimiento, como les pasaba a los gestores de Afinsa y Forum Filatélico. ¿Acaso la filatelia financiera no era un "sistema de capitalización" de unas "cotizaciones"?.

Para evitar, precisamente, una gestión aventurera de las cotizaciones coactivas, las legislaciones de los países donde están implantados estos sistemas de capitalismo popular (todos en vías de desarrollo), los gestores de estos fondos privados (normalmente, exministros de las dictaduras que los implantan, cfr. Chile) están cargados de obligaciones formales y con un férreo sistema de cautelas a la hora de invertir. Se suele obligar a invertir una parte muy notable de los fondos en empresones privados del propio país y buena parte del resto, en deuda pública del propio país, también.

Así las cosas, no hay que se Einstein para comprender lo siguiente:

- como se trata de países en vías de desarrollo, las evoluciones de sus estrechísimas bolsas suelen ser espectaculares al principio de recibir la millonada proveniente de las cotizaciones coactivas; inicialmente, el brillo de la operación es inmenso y quienes montaron la operación son encumbrados a los altares de la avaricia; no obstante, es obvio que quienes optaron por pasarse a la "capitalización", en estos primeros instantes, se benefician de la realimentación al alza que la propia operación provoca; ni que decir tiene que las comisiones de gestión y los sueldos de los ejecutivos de estos fondos se ponen por las nubes;

- pasados los años iniciales del calentón, viene la calma; ya no es tan fácil sacarle esos porcentajes de avance bidigitales al rendimiento de las cotizaciones acumuladas y los compromisos de pago empiezan a pesar; entonces, se descubre que no era oro todo lo que relucía y que, a largo plazo, la presuntuosa "capitalización" tiende a equipararse a la tasa de inflación, eso sí, descontados los maravillosos sueldos de los gestores que, por contra, han seguido avanzando a nuestra costa, durante todo el tiempo, a tasas similares a los de los demás ejecutivos de las empresas cotizadas; o sea, que, finalmente, se llega a la conclusión de que...

PARA ESE VIAJE NO HACÍAN FALTA TANTAS ALFORJAS.

Cuando los "socialdemócratas-liberales" monten esto de la "capitalización" (lo que sucederá cuando comprendan que ya no tienen nada que ganar con El Pisito, o sea, dentro de ya) tienen dos alternativas:

- que sea irreversible cambiarse del Presupuesto a los fondos privados, o

- que uno pueda arrepentirse, tras una experiencia "capitalista" corta, o sea, que se nos reconozca el tenga derecho a que nuestras cotizaciones coactivas vuelvan al Presupuesto.

¡Sólo si el cambio es reversible, les dejo que tomen la decisión de jugar a aprendices de brujo, ¡ojo!, sólo la temporadita que duren los días de vino y rosas que tiene toda burbuja-pirámide-feria!.

pisitófilos creditófagos dijo:
Estamos emperrados en ver las pensiones como sistema extrapresupuestario.

¡Que no!. ¡Que las pensiones son parte de los Presupuestos Generales del Estado!. ¡Que el que hoy haya un impuesto singular afectado a su financiación no quiere decir nada!.

Otra cosa: ¡que las pensiones no son un montaje piramidal!; ¡que esa calificación se la ponen, precisamente, quienes quieren que las cotizaciones sean una pirámide gestionada privadamente por ellos!.

Recordemos las caracterísiticas de una pirámide:

- la devolución a los que se salen de sus cuotas de entrada incrementadas en la "revalorización" se pagan con las cuotas de los que entran; y, por ello,

- tienen límite cierto pero indeterminado.

Finalmente, como esto de las pensiones privadas no hay quien lo pare (y será uno de los campos en los que la juventud se vengue de lo que le han hecho con El Pisito), déjenme que les de un consejo.

Los sellos o los pisos somn pirámides mixtas de tangibles.

Como será voluntario para cada cotizante quedarse en los Presupuestos o salirse a los fondos privados... ¡quédenseme en los Presupuestos!, porque, por muy bien que gestionen los fondos, su rentabilidad, a la larga, no diferirá de la inflación; si son valientes, y si nos dejan volver a los Presupuestos tras una aventura por los fondos privados, intenten aprovecharse de los ejercicio-estrella o ejercicios-gancho que van a tener que poner para que la gente se anime en masa a pasarse. pero recuerden una cosa:

TODO ESTO LO HACEN PARA EXPROPIARLES A USTEDES SUS DERECHOS PASIVOS SEMIGRATIS.

pisitófilos creditófagos
29/10/2008 (036)


La financiación de las operaciones comerciales internacionales está salvaguardada (el crédito documentario podría estar sufriendo, no lo niego, pero no dejaría de ser un sufrimiento "friccional", no sustancial). No es eso lo que se dilucida estos días.

La "doctrina narcótica de los excesos crediticios indeterminados", que torpemente enunció el Sr. Botín hace días, y a la que se ha apuntado el Sr. Viñals anteayer, no significa que el sistema financiero se allane a que la culpa la tiene él, sino todo lo contrario.

Intencionalmente, silencian dónde y por qué se han cometido los excesos.

Sin embargo, sí queda claro que dichos excesos no van a volver a cometerse.

El establecimiento oficial de esta falsa autocrítica se produce cuando ha quedado fijado, con gran profusión de fuegos artificiales (capitulación del ciclo bursátil incluida), que serán los Sistemas de Ingresos Presupuestarios de los Estados de los países concernidos (o sea, los contribuyentes de hoy y de mañana) los que van a pagar el desaguisado.

Nosotros estamos aquí para decir un poco más de lo que dicen los financieros.

¿Dónde se han cometido los excesos?. No hace falta ni decirlo. Ya lo saben ustedes. Los excesos se han cometido en relación con lo inmobiliario. Si hay excesos en algo que no sea inmobiliario, que se diga en qué. Como ustedes comprenderán, el Sistema Financiero no va a oficializar la descolateralización inmobiliaria mientras no esté seguro de que el saldo vivo hipotecario puede ya ser resarcido con los nuevos precios de venta de los inmuebles.

¿Por qué se han cometido los excesos?. Aquí es donde está situada la polémica.

Ha habido dos impulsos en la orgía crediticia. El del propio sistema financiero, llevado por su ánimo de lucro, y, ¡atención!, el de las autoridades presupuestario públicas, complacidísimas con las cifras artificiales de actividad y empleo, y la consiguiente recaudación tributaria, que brindaba la activomanía, además de encantados de la vida a título individual por tener un negociete donde ponerse ricos de la noche a la mañana.

Sorprende que todo el mundo enfatice lo complicado de entender que eran algunos productos financieros derivados, sin los que no habría habido la financiación ajena abundante y barata de la que hemos gozado en El Pisito, y, por contra, calle vergonzantemente lo radicalmente simplón que es el mecanismo por el que nos forramos con los negocietes inmobiliarios, caracterizados por lo innecesario que es, en ellos, disponer de financiación propia inicial.

Es curioso constatar cómo todos los que proclaman, respecto del crash inmobiliario, que "esto son solo ciclos", simultáneamente, defienden la tesis "bancaculpista".

Nuestro deber es hacer ver que esto no son ciclos, sino el pinchazo-derrumbe-finalización de una burbuja-pirámide-feria inmobiliaria, y que la culpa no es tanto de la banca como de los gestores públicos y, por supuesto, de los propios activomaníacos.

De ahí nuestra afirmación "pedagógica" de que, a la banca, sólo puede acusársele de:

- haber saciado la demanda de crédito de los activomaníacos hasta límites insospechados;

- haber dispersado tan bien el riesgo crediticio que, al final, no cabe duda que son las Administraciones Públicas las que han de dar liquidez al Sistema Financiero (al fin y al cabo, ¿de quién es la soberanía monetaria?); y

- haber destripado a tiempo al caballo de Troya de la sobrevaloración inmobiliaria, con un "no-va-más" histórico.

Es en este sentido en el que es perfectamente lógico que sean las Administraciones Públicas las que, al final, hayan de pagar la factura financiera.

Además de los platos rotos del sistema financiero, estaría la negative equity de los hipotecaditos pillados. Alguna ayuda habrá de prestarse en este terreno, por parte del Sistema de Ingresos Presupuestarios, pero esto es harina de otro costal. Hoy no toca. Ya tocará, en España, tras completar la CRISIS DE ENTIDADES DE CREDITO 2009.

En este punto, no está de más recordar que España tiene un retardo de un año, aproximadamente, con EEUU. Ahora, tras la victoria de Obama, comenzará en EEUU la que llamamos "fase fiscal" del crash inmobiliario. La "fase financiera" ha sido vencida por el Presidente saliente que, incluso, como hemos visto hace tres semanas, salió por televisión a explicar el plan de intervención vinculándolo directamente a la corrección valorativa inmobiliaria, algo de lo que, en España, estamos muy lejos todavía ("the fundamental problem is this: As the housing market has declined, banks holding assets related to home mortgages have suffered serious losses"); de ahí que, en EEUU se hable abierta y deportivamente de activos financieros tóxicos, pero, en España, donde todavía impera La Comedia de Gallinas (hay burbujas de ricos y burbujas de pobres), se hable de activos "de máxima calidad", frase tan ridícula como la de "apartamentos de alto standing" que chirría en los carteles de obra de los blocacos de pisitos "ejpañoles".

A lo que voy. En España, estaremos domeñando la fase financiera cuando en EEUU estén ya con la fase fiscal (incluso con la Bolsa completando el suelo en doble, triple o cuádruple uve que hemos inaugurado). Del mismo modo, nosotros tendremos nuestra fase fiscal en 2010, cuando en EEUU no quede nada más que gestión residual financiero-fiscal.

A finales de 2010, en España, por fin, las condiciones subjetivas coincidirán con las objetivas. Todo el mundo comprenderá que El Pisito ha sido un mal sueño. Habrá quedado grabado a fuego en la memoria de la clase media que los pulsos con el sistema financiero siempre los gana el sistema financiero, que es impersonal y matemático. Y los gestores presupuestarios estarán escaldados, llenos de plumas y alquitrán... y compromisos fiscales, pero preparando mentalmente la siguiente ignominia, esta vez, con las pensiones, en lo que habrá de ser el mayor festín bursátil de todos los tiempos.



Al ser una partida presupuestaria más, no peligran mientras recaude impuestos el estado. Se puede recortar de otras.

Por consiguiente el miedo a perder las pensiones no es más que una excusa para conseguir pringadetes que se salgan del sistema.

El dinero de esos ciudadanos irá a planes de pensiones privados que invertirán en bolsa y la inflarán, de ahí el nombre MFBH-p.

Ahora mismo la pasta que hay (menor cuantía de la que habría que soltar) está metida en deuda pública española.

¿Ve usted la jugada?

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