jueves, 21 de enero de 2010

NUESTRA TRAVESIA DEL DESIERTO


ppcc dijo...
El precio de la vivienda se compone de 4 partes:

- suelo,

- construcción,

- margen del promotor y

- costes financieros.

Los pobres hipotecaditos y demás fauna de El Pisito se olvidan siempre de la parte financiera.

Pero, la verdad es que el negocio promotor, como ellos mismos alardean, es un negocio que se hace sin recursos propios:

- se pide un préstamo-promotor para el suelo;

- se pide un préstamo-construcción para la edificación; y

- Hacienda otorga crédito fiscal en IVA e I.Sociedades para diferir la tributación hasta el momento en que los niños se hipotecan de por vida para quedarse con "el producto".

Si Marx resucitara y reescribiera El Capital, incluiría un capítulo para narrar las burbujas, pirámides y ferias, a través de las cuales, los miembros de las clases baja y media, en colaboración con la SDSL infiltrada en el poder político financiero-local, se apropian de parte de la Plusvalía sin "producir capital".

Por esto de que no hace falta capital propio para montárselo, sino sólo contactos personales, es un negocio cuyo margen tiende a infinito (una cosa dividida por cero es infinito): "arriesgo cero euros míos y, al final, soy un "miyonetih".

No se llega al precio de los pisitos por el "método del coste incrementado", o sea, sumando todos los costes y poniendo, al final, el margen del promotor, como se hace con casi todas las cosas.

El Pisito no es un negioc que discurra por el canal neoclásico.

El Pisito es un montaje.

El precio de los pisitos se pone al revés. Se parte de lo que puede pedirse, del "ya me dan, Marujita". Por decirlo técnicamente, se trata de "precios políticos". Una vez determinado el precio, se distribuye éste entre todos los componentes de la ecuación. Como la construcción es un sector industrial más y lo financiero son habas contadas, no hay más remedio que utilizar el suelo y el margen del promotor. Pero este margen es objeto de cierto control social. Los promotres no pueden pasarse, sobre todo por Hacienda. La única solución, pues, es el suelo. ¡Cuán hipócritas se han puesto en nuestro país con el suelo, los rocamboles!.

Echarle la culpa al suelo es como ahora echarle la culpa a la banca.

Actualmente, lo que sucede es que nos vemos obligados a bajar los precios inmobiliarios por razones de supervivencia económica.

¡Se acabó jugar a El Pisito!. Además, hay que comer bien, ir a un médico motivado, llevar los niños un buen Cole, vivir mejor, en suma... y, sobre todo, pagar lo que se debe o tener la seguridad que lo vamos a poder pagar sin tener que vernos cenando de por vida...

Dicho de otro modo, tenemos que restaurar el equilibrio de precios relativos inmobiliarios y, además, poner los costes inmobiliarios al servicio de la productividad y la competitividad, precisamente, para estimular las actividades exportadoras y poder devolver la fortuna que debemos al exterior, que hemos tomada prestada (fundamentalmente, en Alemania y Francia) cuando nos creíamos ricos y nos pasábamos los pisitos como si fueran diamantes, cuando en realidad lo que hacíamos era meterle generosísimamente dinero en el bolsillo a supercincuentones zampalangostinos, que ahora lo tienen a buen recaudo, los muy usureros.

Pero tenemos que bajar los precios inmobiliarios con muchísimo tiento, no vaya a ser que los niños se cosquen y dejen de devolver el dineral que, los imbéciles, se han traído de su futuro de perdedores para jugar a las cortinitas... porque la inmomutilación que sufren sólo está perfeccionada pero no consumada, o sea, tienen efectivamente el pisito y la deuda en su patrimonio, pero tienen que devolver el dinero que se les prestó, porque el timo, verdaderamente, sólo se cierra cuando se produce la devolución; mientras tanto, la presión la tienen los prestamistas, que, en el país de pandereta zafia en el que vivimos, resultan ser, en su mayoría, unas entidades de crédito anormales que nos hemos dado como cretinos integrales, las Cajas de Ahorros, o sea, bancos públicos propiedad de las CCAA, o sea, de los políticos de segunda división, todo el día fardando de hacer "obras sociales" integrando verticalmente clases, como querían la Falange y las JONS, en suma, puro capitalismo paternalista trasnochado de aroma "fascistilla", como el nacionalismo étnico-cultural que tanto gusta a los provincianos españoles. Por lo tanto, como la inversión crediticia en España es política, en definitiva, la presión la tiene el Estado, que financieramente es el que está detrás de las CCAA y sus CCdAA, como padre dando la cara por sus hijos junkies.

Hay que bajr precios inmobiliarios. Y hay que hacerlo con tiento.

Adicionalmente, hay que poner en marcha ya la actividad económica que nos va a permitir recaudar y eludir la depresión y los disturbios. De ahí la inminencia de lo que llamamos capitulación.

En todas las fases de la burbuja, siempre he tenido dudas y he estado tentado de romper el ticket que iba saliendo, dándome más margen temporal y, así, salvarme como analista si las cosas no salían. Hubiera sido unno de tantos que utilizan horquillas bianuales. Ya hemos tenido ocasión de denunciar este tipo de blandenguería. Los ppcc podríamos decir:

- "Como es lógico, la situación tiene que tocar fondo (capitulación) y esto se producirá en uno o dos años".

¡Toooma!

¡Que no! Para semejante tontaría ya están los intelectuales orgánicos, que les van los garbanzos en ello.

Antes al contrario, nuestra fuerza (y pienso que es lo más importante que aportamos) está en que ponemos fechas concretas. Nada de horquillas o "bancos de niebla". Fechas contantes y sonantes. Nosotros ponemos fechas. otros ponen cantidades.

Hay que poner fechas a sabiendas de que, en este tipo de procesos, es una tontería poner fechas, por que son muy complejos y nadie, desde ningún laboratoio, los gestiona con autoridad total (la RECESIÓN-2008 sí era, por contra, algo bastante de laboratorio, dado el margen estadísitico que tienen los politicos).

Por ejemplo, la ejecución de una pena de muerte en la silla eléctrica. Entonces, sí. En ese caso, diríamos: "fulanito morirá el 31-12-2010". Pero, nuestro condenado no es tan condenado. Lo que tenemos es un enfermo terminal. No abemos cuándo se va a morir exactamente, pero sabemos que no llegará a tomarse las uvas o, si se las toma, estará fatal de la muerte. Además, sabemos que, cuando muera, empezará a resolverse la situación familiar.

La mejor metáfora, que ya hemos utilizado es esta, complementaria del vídeo de Arias Navarro llorando:
El momento de nuestra mayor flaqueza fue RECESIÓN-2008. Nosotros, con el BE(i)*, decíamos que iba ser "a caballo del verano de 2008". Y nos "daban", sobre todo en El Confidencial, hasta en el carnet de identidad:

- "¿Cómo osas decir que el PIB no va a crecer en 2008 si hemos cerrado 2007 con un crecimiento espectacular?".

Más arriba, he enlazado a vídeos del Presidente del Gobierno de esa época. Fantaseaba, incluso, con que iba a crear 2 millones de empleos... ¡ja, ja, ja! Fíjense lo que estoy diciendo: mientras el Gobierno decía que crecíamos el doble que la inflación y que íbamos a crear empleo por el catch-up o por lo que fuera, nosotros decíamos que la recesión era inminentísima (dos trimestres y punto). Recuerdo una conversación con un macroeconmista televisivo y bigotudo cuyo apellido empieza por O (como Onan, je, je, por las pajas mentales, perdónenme, por favor):

- "Es (metafísicamente) imposible que, en dos trimestres, pasemos de crecer al 3% a decrecer".

Pero yo no lo veía. Todo eran opiniones subjetivas, sin fundamento. Ya había recesión en otros países y nosotros estábamos en un proceso electoral.

Aguantamos el tirón ideológico y seguimos dale que te pego con nuestro "RECESIÓN-2008" (que dio para que los de El Confidencial hicieran un montaje fotográfico como si la frase, en inglés, fuera el nombre de una calle de NY). Y lo hicimos, no porque seamos burros apegados a nuestras cagadas, sino porque no veíamos, de verdad, nada que nos dijera que no fuera a ser así. Si lo hubiéramos visto, nos hubiéramos pasado inmediatamente a RECESIÓN-2009 o 2010 o lo que hubiera hecho falta. Siendo como somos, en cuanto algo nos ata, lo desatamos, porque no somos carne regalada.

¿Usted no cree que, si no estuviéramos con que la capitulación no tiene por qué ser en 2011, íbamos a estar aquí diciendo lo contrario? ¡Vamos, vamos, vamos!

A la mínima, fíjese lo que digo, a la mínima que creamos que la capitulación no va a ser el 31-12-2010, lo soltamos y punto.

Eso sí, tenemos dudas, muchísimas dudas. Siempre tenemos dudas. Pero, después de tener fechas.

Queda mucho año por delante... y muchos disgustos, me temo.

Está claro que no tenemos eventos financieros ni fiscales en que apoyar la fecha 31-12-2010.

Pero, ¿cuántos "eventos" teníamos en el segundo trimestre del propio 2008, creciendo el dato-PIB al doble que la inflación, para decir que ese año iba a pasar a la historia como el primer año de la depresión de baja intensidad en la que estamos instalados?

Precisamente, esta es la virtud de los ppcc.

Como analistas, no nos jugamos nada más que una cosa absolutamente evanescente: el prestigio internáutico. ¡Ya ves!. Mañana mismo rompemos nuestro ortograma (el ticket) y nos quedamos más anchos que largos.

A mi no me vale con "sensaciones" que se tienen sobre que no va a haber capitulación en 2010. Yo necesito cosas tangibles intelectualmente hablando.

Está claro que endeudabilidad del Estado hay para llegar a 31-12-2010, pasar 2011 y meternos bien metidos en 2012. Este es el verdadero "sorpasso". ¿Se acuerdan que íbamos a pasar a Italia?. Es verdad. Lo que pasa es que va ser en deuda y no en PIB.

Esta es la cuestión.

Por un lado, todo apunta a que, como no haya inmocapitulación antes de 31-12-2010, con la consiguiente puesta en marcha de actividades sanas, va a quedar muy comprometida en los próximos años nuestra capacidad para honrar la deuda externa, además de la "catetización" general que supondrá, todos "boinudos"... lloriqueando encima de una montaña de letras a pagar a los alemanes y franceses. Tengan en cuenta que necesitamos importar petróleo y tecnología para poner en marcha, precisamente, la maquinaria que nos permite exportar y honrar la deuda; dicho de otro modo, hay correclación entre nuestra actividad económica, especialmente, si es innovación, etc., y las importaciones, incluidas las de capital.

Sin embargo, agotado el margen presupuestario (que incluía la famosa función anticíclica de los estabilizadores automáticos, que estiramos todo lo que pudimos y, de paso, desincronizarsnos irresponsablemente, todo hay que decirlo), como hay MARGEN DE ENDEUDABILIDAD (este es el concepto fuerte, señores, "margen de endeudabilidad"), podemos jugar con fuego, es decir, podemos seguir con la feria un poco tristona, pero feria al fin y al cabo. Para ello, la Madre Superiora nos lleva de excursión: aborto, matrimonio homosexual, talleres de masturbación, provincianismo sublimado en naciones racial-culturales fascistillas...

Por cierto, ha salido un libro que demuestra que los catalanistas fundadores creían que los catalanes eran una "raza":

La raza Catalana: El núcleo doctrinal del catalanismo - Francisco Caja - Ensayo

Como hay margen de endeudabilidad, hay ambiguedad en el análisis, porque las relaciones causales ordinarias pueden ser irresponsablemente burladas; como el contagiado de SIDA que, a sabiendas, mantiene relaciones sexuales porque todavía tiene erecciones, perdónenme la comparación, pero, a veces, hay que exponer las cosas en su crudeza, dado que, esta vez, engañar al destino encaja en tipos del Código Penal vigente.

Por un lado, si no capitulamos, no hay salida. Por otro, tenemos medios técnicos para intentar jugar a aprendices de brujo retardando la capitulación natural, aunque con menos margen de maniobra que cuando posponíamos el turning point, porque en las fases bajistas no hay tanta flexibilidad.

Como saben, según mi leal saber y entender, ahora es cuando más se plantea la cuestión en términos de cobardía/valentía.

Si yo fuera un tertuliano de El Gato, por ejemplo, ya que ha salido, metería alguna de estas dos palabras siempre en mis intervenciones. Es la clave en materia de comunicación. Ya hemos tenido ocasión de analizar com el sentiemiento de miedo es la base del poder y, por ende, de la economía.

Dicho en términos de F1, podemos jugar a correr el campeonato que empieza ahora con el coche del año pasado. Sabemos que vamos a quedar los últimos, que perderemos los sponsors y todo serán deudas. Pero, será una temporada más en la F1, yerma, baldía, sí, pero una temporada más. Nos jugamos que la siguiente temporada, encima, no nos quiera nadie, se rían de nosotros, nos echen de la F1 y tengamos que pasarnos al Scalextric... pero nos da igual: que nos quiten lo "bailao".

Esperpéntico, pero, por tanto superespañol.

Esta es la cosa, señores.

¿Seremos capaces de tener una capitulación como Dios manda?

En otras palabras, ¿somos un país normal?

Yo sigo pensando que sí va a haber capitulación dentro de este año (incluso antes de 31 de diciembre) porque no puedo creer que el país en el que vivo sea tan, tan, tan... no me sale el calificativo. Ayúdenme.

G X L


Tan, tan, tan....................¿Cateto , palurdo? .Falto de miras

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