martes, 18 de enero de 2011





EL PUCHERAZO DEL PPSOE
En 1897, a tenor de la grave crisis desatada por el asunto de Cuba, Sagasta le vino a decir a Cánovas, Presidente del Consejo de Ministros a la sazón, que gobernase bien o se largara, llegando a escribir un manifiesto con el programa político que adoptaría el gobierno liberal, de estar ellos mandando. Aquello, como es sabido, era todo una farsa, ya que la alternancia en el poder de ambos partidos estaba pactada a cal y canto desde aquellos acuerdos de El Pardo. Lo que el Partido Liberal buscaba era proteger la estabilidad del Régimen ante una grave crisis, simulando recoger la voz de los discrepantes dentro del propio
sistema.

No debe causar sorpresa que más de cien años después, ante una tesitura similar de crisis de fin de Régimen, la II Restauración Borbónica acuda a los mismas engañifas que la primera. No hay duda de que el PP y el PSOE ejecutan los mismos roles en la monarquía juancarlera que aquellos conservadores y liberales en la alfonsina. Incluso las expresiones de un político que parece sacado de aquella época, Rajoy, están copiadas de Sagasta: "gobierne bien o váyase", que es lo mismo que no decir nada, pero aparentar que se hace oposición.

Evidentente está ilusión democrática o, mejor dicho, parlamentaria, no se puede mantener cuando el Régimen es incapaz de resolver los problemas en momentos críticos. Ahí se ve que los perros tenían pactado hasta el color de sus collares. Cuba fue la prueba de fuego de la I Restauración Bórbonica y la que trajo su desprestigio irreversible. Lo que vino después fue una serie de gobiernos breves, inoperantes y cada vez más corruptos, finiquitados por una corona que llega a aceptar una dictadura militar para salvar, con un parlamentarismo completamente enmierdado, su propio pellejo.

El PPSOE ha sido incapaz de resolver los problemas que han desembocado luego de 30 años de gobiernos partitócratas, corruptos e ineficaces, en una crisis terminal, donde la oligarquía política está por vender el país a trozos mientras este se va deshaciendo en todos los frentes. La soberanía económica está perdida desde mayo de 2010. Las decisiones macroeconómicas se toman desde fuera. Desde el presidente de Gobierno hasta el último cacique político autonómico, todos están actuando como extras de un recutrecido "Bienvenido Mr Marshall", llegando a recibir hasta a los mismos políticos chinos, que vienen a comprar el no-país, (desde Cataluña a Canarias) con el único activo que los políticos les pueden ofrecer: la carne a libra, cual judío Shylock, de los súbditos españoles.

La cara de orgasmo de la ministra de Economía al colocar un puñado de millardos de euros en deuda estatal a un tipo de interés casi agiotista, marca el signo de los nuevos tiempos, la de la impuesta política de liquidación y el saldo, la del traspaso del cortijo España, de los Mr X y Ánsares que se apresuran a forrarse el riñón, a los nuevos amos neocolonialistas con látigo. Hemos terminado por ser aquellos cubanos de la I Restauración.

PEPE FERNÁNDEZ

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