lunes, 5 de octubre de 2009

EL EXPOLIO DE LOS SUEÑOS


De momento, el mayor exponente de nuestro drama doméstico, el paro, sigue sin afectar a la clase media en términos generales. Seguimos con un perfil de parado que pertenece en su mayoría a los sectores más débiles
De momento una clase media aparentemente robusta aguanta e incluso se da algún capricho pues su poder adquisitivo ha aumentado gracias a la deflación. Pero el futuro inmediato no tiene previsto mantener esta situación de mercado laboral de tipo dual. El estrechamiento de las diferencias será cada vez mayor, hasta el punto que en menos de dos meses el margen para ajustar las pérdidas de las empresas despidiendo los trabajadores menos caros en términos de costes por rescisión se habrá esfumado.
La clase media es el mecanismo por el cual la Hacienda pública se aguanta y es el garante del Estado tal y como lo conocemos en los términos de bienestar social.
Pero parece que la clase media está en franca decadencia. Estamos asistiendo a su destrucción, algo que no será inmediato sino prolongado en el tiempo.
Probablemente no habrá modo alguno de evitarlo y la nueva clase dominante que la sustituya será un estrato social inferior económicamente pero con mayor capacidad de adaptación a tiempos difíciles. Seguramente serán esos que ganan menos de 1000 euros. Jóvenes universitarios recién licenciados aceptando salarios miserables para hacerse con una experiencia laboral que desconocen que utilidad tendrá.
Está gestándose un nuevo sistema social polarizado, con una clase tecnócrata reducida y crecientemente más rica en un extremo, y en el otro un tumulto social sin clase donde se confunden las antiguas clases media y baja, con una capacidad de consumo cada vez más limitada y cuyo patrón girará alrededor de los servicios y artículos low cost. Una clase social satisfecha por comer en el Pans & Company, viajar con EasyJet y montarse sus propios muebles.
Lo malo de esto es que la sociedad que surge es menos robusta, aparece escasa de ética y valores, oportunista y sin planes de futuro. España será candidata a ser la campeona de esa ex clase media pero otros países la están fabricando.
De esta quema sólo se libra Brasil que fabrica clase media a una velocidad inédita en el planeta y China que sigue preparando una clase superior de la que emanará su propia clase consumista.
La aduana entre clase media y la miseria se ha desvanecido. La desigualdad crece y el modelo de protección social que hemos conocido tiende reducirse.


LA clave del tema es la destrucción de la clase media. Aunque como por definición la clase media es acomodada, cuando ya no exista es porque habrá mucha clase baja que por definición es rebelde. Ese movimiento llegará en algún punto.

me hago eco de unas palabras de Manuel Pizarro en una entrevista: Este es un país que aguanta todo, y el día que deje de aguantarlo no tiene una salida normal. Y lo más triste es que creo que tiene razón.

Alguien cree que no se lleva planificando y ejecutando durante 30 años la ruina del sistema educativo español?

¿Alguien cree que no se lleva planificando y ejecutando durante 30 años la involución en los valores morales y cívicos sobre los que se basó la generación nacida en la guerra y la inmediata posguerra? [incluyendo en estos, cosas como el trabajo bien hecho, el sacrificio y el ahorro como medios para conseguir la prosperidad?

¿Alguien cree que no se lleva planificando y ejecutando durante 30 años la política de la confusión –el éxito de la propaganda política-en lo relativo a los referentes que debe tener toda sociedad sana?

¿Clase media ahora? ¿Qué clase media se va a manifestar y por qué?


Era un sueño para un padre de "baby loser" que ha vivido la posguerra cuando era niño, poder disfrutar de una jubilación digna habiendo dado una carrera a sus hijos, que gracias a ello no pasarían privaciones.

La partida de ajedrez se pone "interesante". Los impuestos pueden terminar complementándose con recortes sociales. O no. Las bajadas de salarios pueden terminar complementándose con el desplome del precio de los pisos. O no. El sacrificio puede concentrarse en una generación, o repartirse entre todas.

Sea cual sea la fórmula que finalmente se adopte, necesitamos que funcione. Si no, TODOS salvo unos pocos nos vamos al carajo. no queda apenas margen de error. Corralito, hiperinflación, saqueo del sistema actual de pensiones... son algunas de las jugosas alternativas que nos esperan si nos equivocamos otra vez.

Entre el decreto del 85 y la LAU 94 esta una clave de la burbuja y de lo inaccesible de la vivienda tanto por alquiler como por compra

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